Una mirada profunda a los riesgos asociados a la infraestructura de energías renovables

La transición hacia energías limpias y sostenibles implica enfrentar riesgos significativos en materia climática, tecnológica y financiera. Los actores clave en proyectos de energía renovable conocen bien estos desafíos.
Según una encuesta reciente de FM, aseguradora especializada en daños, a 400 proveedores de energía renovable y 250 inversionistas, el entorno de riesgos es altamente dinámico y cambia a medida que los activos evolucionan.
Los principales riesgos de construcción en proyectos de energía renovable, según los proveedores:
- Aumento de los costos de los equipos (44 %)
- Interrupciones en las cadenas de suministro (40 %)
- Retrasos a causa de regulaciones y permisos (41 %)
En la etapa de construcción, los inversionistas de proyectos de energía renovable coinciden en señalar tres riesgos principales.
Sin embargo, estos riesgos evolucionan a medida que los proyectos pasan a la fase operativa.
Los mayores riesgos para la infraestructura de energías renovables durante la fase de operación, según los proveedores de energía:
- Daños causados por el clima (54 %)
- Falla de equipos de generación (50 %)
- Interrupciones en las cadenas de suministro (48 %)
Los inversionistas no coinciden en este aspecto: para ellos, el mayor riesgo operativo es la falla de los equipos de generación. No obstante, la experiencia de FM demuestra que el granizo es, en realidad, la causa más común de daños en paneles solares.
Mayor colaboración: una ventaja estratégica
Doug Patterson, vicepresidente sénior del sector de papel y celulosa y FM Renewable Energy, destaca que la mayoría de los riesgos están presentes en las primeras etapas del desarrollo de un proyecto.
“En una granja solar, por ejemplo, una vez que se eligen la ubicación, los paneles y las herramientas de monitoreo, la mayoría del riesgo ya está establecido. Después de eso, hay medidas que pueden aplicarse, pero su efecto es limitado”, explica.
Patterson sostiene que si se consideran estos factores desde el inicio, los riesgos pueden gestionarse con mayor eficacia.
“Queremos que la resiliencia de las instalaciones sea un factor clave en las decisiones comerciales. Hoy en día, ese equilibrio no se ha logrado, en parte porque los proveedores e inversionistas aún no cuentan con la información de riesgos necesaria”, señala.
El conocimiento del mercado asegurador sobre energías renovables sigue evolucionando. Aun así, la experiencia técnica actual ya puede aplicarse.
FM ha gestionado riesgos de ingeniería complejos durante casi dos siglos y ha colaborado con empresas energéticas para entender nuevas tecnologías.
“Esa experiencia puede marcar una diferencia real en la resiliencia de los proyectos”, afirma Patterson.
“Idealmente, nos gusta participar desde la etapa previa al diseño, para evaluar los riesgos potenciales de las ubicaciones y las tecnologías consideradas, y trabajar en conjunto para administrarlos”.
En las energías renovables, el seguro es solo parte de la solución
Este enfoque mejora el perfil de riesgo de un proyecto, pero no resuelve la falta de información a nivel de mercado. Por eso, Patterson aboga por una colaboración más amplia entre todos los actores.
“Cada actor tiene una visión distinta del riesgo. Es fundamental que todos participen en conversaciones conjuntas para alinear objetivos. FM cuenta con la experiencia y las herramientas necesarias para abordar los desafíos que surjan”, explica.
FM no se limita a operar de forma aislada: colabora activamente con la industria, asociaciones y entidades gubernamentales para compartir su conocimiento y enriquecer su propia perspectiva.
“Queremos ofrecer una visión más integral al cliente y avanzar más allá del enfoque tradicional de transferencia de riesgo. Porque si solo se transfiere el riesgo, no se está abordando el problema de raíz”, afirma Patterson.
Para una perspectiva integral sobre los riesgos asociados a las energías renovables
- Reconocer que los riesgos son dinámicos y dependen del lugar y la tecnología utilizada.
- Establecer un equilibrio entre los objetivos comerciales y la administración de riesgos desde el inicio del proyecto para crear resiliencia a largo plazo.
- Involucrar a aseguradoras y expertos en riesgos desde las primeras fases para enriquecer la toma de decisiones.
- Fomentar la colaboración continua con todas las partes involucradas en el proyecto y con organismos del sector para compartir aprendizajes reales sobre la administración de riesgos.